Agregar en un cazo el azúcar y poner al fuego medio.
Mezclar huevos con sal.
Cuando el azúcar se empieza a derretir y a cambiar de color, remover con cuidado con una cuchara de madera.
El caramelo tiene que estar de color marrón medio.
Bajar el fuego al mínimo.
Hervir el agua y añadir en el cazo con caramelo con mucho cuidado y poco a poco.
Remover hasta que se derrita todo el caramelo.
Quitar el cazo del fuego y añadir las especias y el bicarbonato de sodio.
Remover bien y añadir la mantequilla. Remover hasta que la mantequilla se integre del todo.
Añadir un vaso de harina de trigo y mezclar bien. La masa tiene que estar lisa y sin grumos.
Añadir los huevos y mezclar bien.
Añadir la harina de centeno y casi toda la harina de trigo.
Poner a la mesa harina sobrante y poner la masa.
Amasar con las manos, la masa se tiene que quedar suave y un poco pegajosa. Si hace falta, añadir un poco más de harina.
Envolver la masa con film de plástico y dejar en la nevera 6 horas como mínimo, mejor toda la noche.
Sacar la masa de la nevera y dejar que se caliente un poco, unos 15 - 20 minutos.
Precalentar el horno a 180 º C.
Estirar la masa con el rodillo hasta que tenga el grosor de 5 - 6 mm. Yo siempre estiro la masa entre dos hojas de papel para el horno.
Recortar las galletas y poner en la bandeja preparada con papel para hornear, no muy cerca unas de otras. En el horno se expanden un poco.
Hornear 9 - 10 minutos, depende de tamaño de las galletas.
Enfriar encima de una rejilla.
Guardar en un recipiente hermético.
Notes
Si vas a decorar las galletas con glaseado, se pueden hacer más planas. Solo tienes que poner encima de las galletas una bandeja plana con algo de peso. Tienes que hacerlo cuando están todavía calientes. Dejar con peso hasta que se enfríen.