Preparar todos los ingredientes que tienen que estar a temperatura ambiente.
Tamizar la harina.
Agregar en un cazo miel, azúcar y mantequilla. Poner a fuego bajo e ir mezclando hasta que todo el azúcar está disuelto.
Añadir sal, especias y bicarbonato de sodio, mezclar bien y apartar del fuego.
Dejar enfriarse un poco.
Añadir el huevo y mezclar bien.
Añadir 2/3 partes de harina, mezclar bien. Ir añadiendo harina, si hace falta.
Espolvorear la mesa con un poco de harina, agregar la masa y amasar un poco, tiene que estar lisa y elástica. No tiene que estar dura.
Envolver la masa con film de plástico y dejar en la nevera como mínimo 2 horas, mejor toda la noche.
Precalentar el horno a 180-190ºC.
Sacar la masa de la nevera y dejar que se ablande un poco. Estirar con el rodillo hasta que tenga grosor de 5-6 mm.
Recortar las galletas con cortadores y poner en una bandeja preparada con papel para hornear. No poner las galletas muy cerca una de otra, en el horno se expanden un poco. Si la masa se ablanda demasiado, dejar en la nevera unos minutos.
Hornear las galletas 5 - 10 minutos, depende de tamaño de las galletas. Hasta que estén ligeramente doradas.